En la mañana de hoy, se recibió la dolorosa noticia del fallecimiento de Leandro Rossi, un joven de tan solo 22 años que desempeñaba el rol de director de Diversidad en Tafí Viejo. La causa de su partida prematura fue el dengue.
La historia de Rossi va más allá de sus logros como subcampeón del Mundial de Oratoria de España, donde brilló por su «elocuencia y perspicacia». Nacido y criado en un entorno humilde, Leandro superó obstáculos desde su infancia, compartiendo la responsabilidad de criar a sus dos hermanas menores junto a su madre soltera.
Con un orgullo palpable, el joven expresó en octubre pasado: «Voy a ser el primer universitario de mi familia». En una emotiva entrevista con Página 12 después de su destacada actuación en Madrid, Rossi rememoró su infancia en Tafí, describiéndola como un lugar «con un aroma dulce a limoneros».
Su conexión con el activismo y los derechos humanos se gestó desde temprana edad, cuando, según explicó fue «testigo del impacto transformador de las políticas de vivienda implementadas durante el gobierno de Néstor Kirchner». Rossi recordó cómo su madre, trabajando ocasionalmente en una peluquería, enfrentó desafíos para brindarle educación y cómo el Estado, a través del plan de desarrollo del Norte, les brindó acceso a la escuela.
Las mellizas Antonella y Jimena, sus hermanas, fueron parte integral de su vida. Mientras Leandro avanzaba hasta sexto grado, destacándose como abanderado, también asumía la responsabilidad de cuidar y guiar a sus hermanas en su jornada escolar y actividades extracurriculares, todo mientras su madre «trabajaba incansablemente para sustentar a la familia».
Aunque su participación en el Mundial de Oratoria lo proyectó a los titulares, Rossi también era un apasionado activista LGBT y defensor de los derechos humanos. Su discurso iba más allá de las palabras bien elaboradas; eligió abordar temas cruciales como la Inteligencia Artificial y las noticias falsas desde una perspectiva de derechos humanos.
En una declaración en redes sociales tras el certamen, expresó: «Mi meta era clara, no me interesaba ganar la competencia. Mi premio era lograr exponer cómo el señor Javier Milei revienta cualquier concepto en materia de derechos humanos cada vez que tiene un micrófono en frente. Y lo logré».
Leandro Rossi, además, fue un valiente activista LGBT. Desde los 8 años, militó abiertamente por los derechos de la comunidad. A pesar de sufrir bullying por su orientación sexual durante la primaria, no solo logró egresar, sino que se convirtió en un firme defensor contra la discriminación y la violencia.
“Siempre anduve inmiscuido en la militancia de DD.HH., soy gay y nunca estuve en el clóset, desde los 8 años milito por lo mismo, y eso me llevó a formar parte del movimiento de derechos humanos”, contó en la entrevista y agregó: “Sufría mucho de bullyng por ser gay, en la primaria. Fue un trabajo arduo poder egresar, fue intenso, y hasta el día de hoy me cruzo a compañeros que me piden disculpas. Yo entiendo que no se puede culpar a niños de 8 años por decirle a otro niño ‘puto’”.
Fuente: La Gaceta de Tucumán
