El alto tribunal ordenó a Luis Villa producir contenido sobre los daños que la discriminación ocasiona a la población LGBTI
Luis Villa, conocido como Westcol, no es un influencer cualquiera. A los 23 años, tiene 2,2 millones de seguidores en Instagram, 1,4 millones en Twitch, 652.000 en Youtube y 554.000 en Twitter. La pandemia, el confinamiento y la decisión de mostrar sus partidas de videojuegos en redes sociales lo hicieron pasar de una vida de carencias en los barrios empobrecidos de Medellín a disfrutar de carros de lujo y estadios que se llenan para verlo. Y ahora, en el pico de la fama, se ha convertido en el ejemplo de cómo los influenciadores también tienen límites.
Su violencia contra la población trans y homosexual se ha estrellado contra la Corte Constitucional, que le ha ordenado que difunda contenidos sobre el daño que produce la discriminación y que asista a un curso de capacitación en derechos humanos de personas LGBTI.
La sentencia, conocida el pasado viernes, se refiere a la violencia de un video que Westcol publicó en Youtube en septiembre de 2022. En primer lugar, el influencer incitó al odio contra la población homosexual al explicar qué haría si un hijo trajera una pareja del mismo género a su casa. “Si le gusta tanto que le den por el culo, le hago otros 17 huecos para que le den por ahí. (…) Uy, papi, lo fulmino a balazos, güevón, que no venga por aquí a joderme la vida. (…) Que hagan sus maricadas, pero lejos de mí”, remarcó.
Después, atacó a los transexuales. “Ahora, si mi hijo me sale trans ya [es] muy diferente cuál sería mi reacción: obviamente mi reacción va ser apoyarlo… apoyarlo contra una pared, meterle un palo por el culo pa’ que vea que eso no es bueno”, dijo.
Las disculpas del influencer
Las declaraciones no generaron mayor revuelo mediático hasta marzo de 2023. Entonces, el influencer se disculpó en un video en Instagram en el que aseguró que había aprendido a empatizar con las personas LGBTI tras recibir mensajes de sus amigos y familiares. “Supongamos que hay un parcerito que todos los días intenta salir del closet.
Debe ser muy frustrante no poder expresarte (…) y que tras de eso llega un güevón y se tira un chiste y lo tira al fondo”, señaló. No obstante, buscó justificarse con que para él y sus seguidores “hacer chistes negros y pesados es muy normal” y con que había crecido en un barrio en el cual no le inculcaron los valores que “otras personas tienen”. “Soy una persona que se volvió famosa de la nada y no mide sus palabras (…). Soy un peladito, no me den tanta importancia”, concluyó.
La causa
El video fue retirado pero la Justicia colombiana consideró que «el daño causado fue demasiado grande y debe ser compensado.
El fallo reitera la postura del alto tribunal de que hay que considerar que la población LGBTI ha sufrido una marginación histórica en Colombia. “No puede perderse de vista que la noción de ‘normalidad’ para definir los roles de lo masculino y lo femenino a partir de características de género puramente biológicas, trajo como consecuencia la exclusión de la sociedad de las personas homosexuales y transgénero, a las que se ha sometido a múltiples abusos”, se lee en la sentencia. “Como consecuencia de esta marginalidad, la Corte ha reconocido la necesidad de aplicarles una protección reforzada desde el punto de vista constitucional”, añade la argumentación, que menciona que la ONG Caribe Afirmativo contabilizó 1.314 casos de discriminación en 2022 y enfatiza especialmente en la vulnerabilidad de la población trans.
El alto tribunal, además, consideró que las disculpas de Westcol no fueron adecuadas. El magistrado ponente, Juan Carlos Cortés, explicó que habían sido difundidas en una red social distinta a la de los comentarios discriminatorios y que el influencer mantuvo el video original en su canal de Youtube durante varios meses más —solo se eliminó por decisión de la red social durante el proceso judicial—. Asimismo, las justificaciones sobre “chistes y humor negro” fueron revictimizantes.
“Se trata de una reproducción de estereotipos discriminatorios basados en prejuicios, que incentivan el odio y la violencia contra la población LGBTIQ+”, se lee en la sentencia.
Cumplimiento del fallo
Westcol, por su parte, todavía no ha cumplido con ninguna de las órdenes del fallo —difundir la sentencia, publicar contenido contra la discriminación y asistir al curso—.
Se limitó a comentar el pasado viernes que aún no había sido notificado de la decisión judicial y que solo había escuchado lo que informaron los medios de comunicación, con los cuales ha tenido enfrentamientos recurrentes —varios periodistas han recibido amenazas suyas o de sus seguidores en los últimos meses—.
“Yo no sé si eso es verdad o mentira porque los periódicos y los noticieros siempre han hablado mucha mierda de mí. Han inventado demasiadas cosas: dicen que soy misógino, maltratador, machista, que lavo plata”, declaró. “Yo esto lo arreglé hace rato. Salí, hablé y pedí perdón porque entendí que había hecho algo mal”, aseguró. Algunos de sus seguidores, en tanto, reaccionaron violentamente y amenazaron a una periodista de Semana por un video en el que explica la sentencia.