Diez años del travesticidio de Diana Sacayán

El calendario marca octubre de 2025, y con él, la dolorosa conmemoración de una década sin Amancay Diana Sacayán. Activista, referente incansable de la comunidad travesti y fundadora del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), Diana fue más que una mártir; fue la fuerza que, incluso después de su muerte violenta, obligó al sistema judicial argentino a enfrentar y nombrar la discriminación estructural.

Su asesinato, ocurrido en su departamento del barrio de Flores en la Ciudad de Buenos Aires, no fue un hecho aislado, sino la culminación de una vida entera marcada por la persecución, la exclusión y la violencia sistémica que sufren las personas travestis en el país.

Diana Sacayán: Una Década de Lucha por Justicia (Mejor Contraste)

Diana Sacayán

Una Década de Lucha por Justicia

¿Quién Fue Diana Sacayán?

Amancay Diana Sacayán fue una de las activistas travestis más influyentes de Argentina. Nacida en 1975, forjó su lucha desde el conurbano bonaerense contra la violencia policial y la exclusión sistemática. Fundó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y fue la principal impulsora de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans, un hito legislativo que hoy transforma vidas en todo el país. Su voz, acallada en 2015, encendió una batalla por la justicia que marcó la historia judicial argentina.

La cruda realidad que Diana combatió:

35-40

Años de expectativa de vida para las personas trans en Argentina.

Una Vida de Militancia

Desde sus inicios hasta sus logros más importantes, la vida de Diana fue una cronología de resistencia y conquistas de derechos fundamentales para su comunidad.

2001

Funda el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) para organizar la lucha por los derechos del colectivo travesti-trans.

2012

Es una de las principales impulsoras de la Ley de Identidad de Género, una ley de vanguardia a nivel mundial.

Septiembre 2015

Logra la sanción de la Ley 14.783 de Cupo Laboral Travesti Trans en la Provincia de Buenos Aires, un hito sin precedentes.

Octubre 2015

Es víctima de travesticidio, un crimen de odio que conmocionó al país y desató una masiva demanda de justicia.

El Crimen que Exigió un Nuevo Nombre

El asesinato de Diana no fue un simple homicidio. La violencia y el ensañamiento sobre su cuerpo demostraron un móvil específico: el odio a su identidad travesti. Por ello, la militancia y la fiscalía exigieron nombrarlo por lo que es.

TRAVESTICIDIO

Es el resultado final de un continuum de violencias y discriminación estructural. Es un crimen que busca aniquilar una identidad y disciplinar a toda una comunidad. Nombrarlo es un acto de reparación y justicia.

Un Juicio Histórico: La Batalla Legal

El camino judicial fue una montaña rusa de avances y retrocesos. Lo que comenzó como un fallo histórico, terminó con una decisión de la Corte Suprema que dejó un sabor amargo y una justicia incompleta.

2018 – TRIBUNAL ORAL

Fallo Histórico

Condena a prisión perpetua por homicidio con doble agravante: violencia de género y odio a la identidad de género. Por primera vez se reconoce el travesticidio.

2020 – CÁMARA DE CASACIÓN

Retroceso Parcial

Mantiene la perpetua pero elimina el agravante de odio a la identidad de género, calificándolo solo como femicidio. Se invisibiliza la especificidad del crimen.

2025 – CORTE SUPREMA

Justicia Incompleta

Desestima el recurso de la fiscalía y deja firme el fallo de Casación. La justicia argentina no reconoce el travesticidio de Diana Sacayán en su máxima instancia.

El Legado que Transforma Vidas

A pesar del revés judicial, la lucha de Diana germinó en la conquista de derechos más importante para el colectivo: la Ley Nacional 27.636 de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero, que lleva su nombre y el de Lohana Berkins.

La ley establece que el Estado Nacional debe garantizar un mínimo de:

1%

De sus cargos para el colectivo travesti-trans, promoviendo la inclusión y la reparación histórica.

Esta política de reparación se materializa en la ley que hoy es bandera de lucha y esperanza.

A diez años de su travesticidio, la memoria de Diana Sacayán es una llama que ilumina la lucha por una sociedad sin discriminación ni violencia.

Justicia por Diana es justicia para todxs.

I. De La Matanza al Congreso: La Vida de una Estratega

Nacida en Tucumán y criada en Gregorio Laferrere (La Matanza), Diana Sacayán (1975-2015) forjó su activismo desde la intersección más cruda de la vulnerabilidad: ser travesti, pobre y de origen diaguita en el conurbano bonaerense.

Su primer campo de batalla fue la cárcel. En la década de 1990, la identidad travesti y trans era delito según los códigos de faltas provinciales, lo que la llevó a ser detenida y encarcelada repetidamente. Fue en ese infierno institucional donde radicalizó su lucha. Al salir, fundó el MAL en 2001, desde donde no solo promovió el empoderamiento colectivo, sino que se convirtió en una estratega legislativa clave.

Entre sus logros en vida destacan la derogación de los códigos contravencionales que penalizaban a las personas por su vestimenta y, sobre todo, el impulso pionero de la Ley de Cupo Laboral Travesti Trans de la Provincia de Buenos Aires (Ley 14.783), sancionada poco antes de su muerte. Su cuadro hoy cuelga en el Salón de las Mujeres, pero su verdadero legado late en cada puesto de trabajo formal que una compañera trans o travesti logra acceder.

II. El Travesticidio: Un Crimen con Nombre Propio

Entre el 10 y el 11 de octubre de 2015, Diana fue brutalmente asesinada. La violencia en su cuerpo fue extrema: atada, amordazada y atacada específicamente en las mamas y la frente. Este ensañamiento no fue casual; para la fiscalía, fue la prueba irrefutable del odio anti-travesti.

A partir de este crimen, los colectivos de diversidad y la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) impulsaron la figura del “travesticidio” como una categoría penal que no solo castiga un homicidio, sino que visibiliza la matanza sistemática de personas travestis y trans, concebida como el «resultado final de un continuum de violencia y discriminación estructural». Nombrar este crimen, un término que la propia Diana ya utilizaba, se convirtió en una exigencia de reparación simbólica y justicia.

III. El Hito Judicial y el Fallo Pendiente de la CSJN

El juicio de 2018, con la participación activa de querellantes como el INADI, dictó una sentencia histórica contra el coautor del crimen, Gabriel David Marino, condenándolo a prisión perpetua.

El Tribunal Oral Criminal N°4 (TOC N°4) aplicó un doble agravante:

  1. Homicidio agravado por violencia de género (Femicidio).
  2. Homicidio agravado por odio a la identidad de género.

Esta fue la primera vez en la historia judicial argentina que se reconocía formalmente el móvil del odio anti-travesti, otorgando validez legal a la demanda del colectivo.

Sin embargo, en 2020, la Sala I de la Cámara de Casación Nacional confirmó la pena de prisión perpetua, pero eliminó el agravante de “odio a la identidad de género”, manteniendo la figura únicamente como femicidio. Para los fiscales y los familiares, esta recalificación fue un retroceso que «invisibiliza el contexto de discriminación y violencia que sufrió Diana Sacayán».

En un último esfuerzo por garantizar el reconocimiento pleno de la especificidad del crimen, el Ministerio Público Fiscal elevó un Recurso Extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN). La fiscalía argumentó que solo el agravante de odio (Artículo 80, Inciso 4°) podía reflejar el entramado de prejuicios que hizo posible el travesticidio.

Última Hora (Abril 2025): Lamentablemente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación desestimó el recurso extraordinario impulsado por la fiscalía a principios de 2025. Al desestimar la solicitud, el Máximo Tribunal evitó expedirse sobre el fondo de la cuestión, dejando firme la sentencia de Casación que solo consideró el crimen como femicidio y eliminando el agravante por odio a la identidad de género.

Esta decisión se percibe en la comunidad de la diversidad como un acto político de invisibilización que no logra comprender ni reparar la naturaleza específica del travesticidio, manteniendo abierta la herida de la justicia incompleta.

IV. El Legado Vivo: Cupo Laboral y Reparación

A pesar del revés en la CSJN, la militancia de Diana Sacayán sigue transformando la vida de la comunidad. Su lucha se cristalizó en la Ley Nacional 27.636 de Cupo Laboral Travesti Trans (Ley Diana Sacayán – Lohana Berkins).

Esta ley no es solo una cuota; está generando jurisprudencia que obliga a los tribunales a aplicar una protección reforzada en el ámbito laboral, reconociendo la vulnerabilidad estructural como un factor agravante. Cuando una trabajadora trans es despedida, la justicia hoy debe actuar con una diligencia especial, vinculando la discriminación histórica con la urgencia procesal.

A diez años de su travesticidio, Diana Sacayán es más que un nombre: es una bandera que exige al Estado no solo castigo para los culpables individuales, sino una reparación integral que desmantele la violencia estructural que la mató.

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