La invisibilización de la víctima es la primera forma de impunidad, afirma Pablo D. Szternberg . Se manifiesta en el rechazo de la clase media a ver a los vulnerables en las calles, prefiriendo que permanezcan ocultos. Este genocidio por goteo pasa desapercibido, ya que la sociedad privilegiada, escudada en la meritocracia, elige no ver el hambre y la miseria. La estigmatización y la indiferencia convierten a las víctimas en parte del paisaje, garantizando que el status quo se mantenga sin dolor ni culpa.
Cómo ejerce su impunidad el Estado actual?
«Una de las formas primeras de ejercer la impunidad es la invisibilización de la víctima. Esto es lo que ha pasado con los excluidos ( Jubilados, Discapacitados, Comunidad LGBTIQ+ , Clases sociales populares vulnerabilizadas, etc), por eso se enoja tanto la clase media cuando le aparecen en las calles, porque en realidad el deseo sería: metamos la basura abajo de la alfombra.
Y mientras estén en la villa no importa, el tema está cuando me aparecen en el medio de la ciudad», esto es lo que se construye en relación a las víctimas de un sistema que propone y lleva a cabo un genocidio por goteo del que no se habla, ni se siente, las víctimas pasan a ser invisibles. Y el sector privilegiado de la población siente que nada sucede alrededor porque justamente compra y elige no ver más allá, sostenerse de la meritocracia, del esfuerzo individual, de un pensamiento construido para una sociedad más egoísta y con nulos fundamentos, pero que pueda ser capaz de vivir feliz con la desgracia ajena invisible.

La estigmatización al pobre, el sometimiento a «las y los nadies», la exclusión desde todos los conceptos es un trabajo diario que se instala para que por más que muchos miren pocos puedan ver una realidad. Y así sucede, como cuando millones caminan por delante de pibes que duermen bajo frazadas en plena vereda y parecieran formar parte del paisaje, cuando alguien te mira a los ojos y te pide una ayuda y ni siquiera obtiene respuesta, cuando quien reclama derechos pasa a ser una molestia, cuando el Estado está presente y al «progreso» de los sectores vulnerables se los señala como un gasto innecesario.
Hambre, miseria, abandono, necesidades básicas sin cubrir, violaciones de los derechos humanos, abusos de poder, y las víctimas como parte de una invisibilización para que todo ese combo no se sienta, no duela, ni siquiera se pueda ver. Y para que la clase media, los sectores acomodados, los privilegiados de siempre y los gobiernos de turno puedan estar siempre mirando desde arriba pero sin ninguna intención de ver.
Mg. Pablo D. Szternberg