En un país donde las estadísticas oficiales sobre la vida LGBTI+ son escasas, un nuevo estudio emerge como una luz crucial. La investigación «Cartografía de la Diversidad», realizada por DataGénero y la UNMdP, ofrece una radiografía urgente de las condiciones de vida de la comunidad LGBTI+ en Mar del Plata, revelando profundas desigualdades y un alarmante aumento de la hostilidad en el actual clima político.

El informe, fruto de un trabajo de campo «situado, ético y participativo» con encuestadores del propio colectivo, se llevó a cabo entre diciembre de 2024 y febrero de 2025, coincidiendo con una «coyuntura económica crítica» y un «clima político de retroceso y temor a la pérdida de derechos» tras la asunción presidencial de Javier Milei. Las declaraciones del presidente, que desestimaron las políticas de género y diversidad, generaron un «clima de temor e incertidumbre» que, paradójicamente, hizo que los datos fueran aún más vitales.
Los hallazgos son contundentes. En materia de vivienda, casi la mitad de las personas LGBTI+ encuestadas alquila (48%), frente a solo el 39% que es propietaria, una inversión drástica respecto a la población general de Mar del Plata (25% alquila, 62% es propietaria). La situación es aún más precaria para las mujeres trans y travestis, donde solo el 21% accede a la propiedad. En el ámbito laboral, si bien el 90% de la muestra trabaja, el 48% tiene dos o más empleos y un 15% se encuentra en la informalidad, lo que evidencia una marcada precariedad. Las desigualdades internas son patentes: mientras los varones gays concentran los ingresos más altos, las mujeres trans y personas no binarias se ubican en los tramos más bajos.

La salud mental es otro punto de alarma: el 45% de las personas encuestadas reportó haber atravesado dificultades en el último año, con un 68% sufriendo trastornos de ansiedad. Esta angustia se vincula directamente con las «experiencias de discriminación, exclusión y violencia estructural» y el «actual contexto socioeconómico de crisis y temor a retrocesos en derechos». La percepción de un aumento de la violencia, la discriminación y los discursos de odio es abrumadora, con un 93.8% de la comunidad sintiendo que los discursos de odio en la esfera pública se intensificaron. Las fuerzas de seguridad y personas desconocidas en la vía pública son señaladas como los principales agresores, pero también se reporta discriminación dentro del propio colectivo.
Cartografía de la Diversidad
Un análisis profundo de las condiciones de vida de la comunidad LGBTI+ en Mar del Plata en un contexto de crisis y retroceso de derechos (2025).
El Pulso del Odio: Una Percepción Alarmante
En el último año, la comunidad percibe un drástico aumento de la hostilidad, coincidiendo con un clima político adverso que habilita discursos y prácticas discriminatorias.
Aumento en Discursos de Odio
94%
percibe que los discursos de odio en la esfera pública aumentaron.
Aumento de la Violencia
81%
siente que la violencia hacia el colectivo se ha incrementado.
Aumento de la Discriminación
78%
considera que la discriminación en la vida cotidiana es mayor.
Un Techo Desigual: La Brecha Habitacional
El acceso a una vivienda propia es uno de los indicadores más claros de desigualdad. Casi la mitad de la población LGBTI+ alquila, invirtiendo la tendencia de la población general y revelando una profunda inestabilidad.
Tenencia de Vivienda: LGBTI+ vs. General
Comunidad LGBTI+
Población General (MDP)
Acceso a Vivienda Propia por Identidad de Género
La vulnerabilidad se agudiza para las identidades trans y no binarias, con las mujeres trans enfrentando las mayores barreras para ser propietarias.
Trabajar para Sobrevivir: Precariedad e Ingresos
Aunque la tasa de empleo es alta, el pluriempleo y la informalidad son comunes. Un solo trabajo no alcanza, y las brechas de ingresos dentro del propio colectivo son pronunciadas.
Ingresos Mensuales por Orientación Sexual
Se observan claras jerarquías económicas internas. Los varones gays concentran los ingresos más altos, mientras que personas bisexuales y pansexuales se ubican en los tramos más bajos.
La Realidad Laboral
48%
tiene dos o más empleos para subsistir.
51%
reporta problemas para llegar a fin de mes.
15%
trabaja en la informalidad absoluta.
Salud Bajo Presión: El Peso de la Ansiedad
A pesar de una buena cobertura de salud formal, el bienestar mental es la gran deuda. Casi la mitad de la comunidad enfrentó dificultades, con la ansiedad como principal protagonista, ligada a la discriminación y al contexto actual.
Cobertura de Salud por Orientación Sexual
Las feminidades trans (agrupadas como ‘Hetero’ en el informe) dependen desproporcionadamente del sistema público, evidenciando otra brecha estructural.
Malestares de Salud Mental Reportados
Dentro del 45% que tuvo dificultades, la ansiedad es abrumadoramente el principal padecimiento, un reflejo directo del estrés social y la violencia estructural.
Voces y Demandas: La Agenda Pendiente
Las demandas del colectivo son claras y apuntan a la dignidad, la inclusión y el fin de la violencia en todas las esferas de la vida. Estas son las áreas prioritarias que surgen de sus propias voces.
Trabajo Digno
Implementación efectiva del cupo laboral travesti-trans, inclusión real y fin de la discriminación en el acceso y permanencia en el empleo.
Salud Integral
Garantizar el acceso a salud mental, tratamientos de hormonización y atención libre de discriminación, con equipos capacitados en diversidad.
Educación Inclusiva
Aplicación plena de la ESI, formación docente, respeto a la identidad y creación de entornos educativos seguros y libres de violencia.
Derechos e Igualdad
Fin a la violencia institucional, especialmente de fuerzas de seguridad, y un Estado presente que garantice activamente los derechos ya conquistados.
A pesar de este panorama, la comunidad LGBTI+ de Mar del Plata muestra un fuerte consenso sobre la necesidad de derechos específicos (96%) y el rol fundamental del Estado y las organizaciones de la sociedad civil (97%) para garantizarlos. Sin embargo, el estudio también revela una «desconexión significativa» con los espacios de militancia y activismo formal, con un 40% que no participa en ningún tipo de espacio social o comunitario organizado.
Este informe no es solo un conjunto de datos; es una herramienta vital para la defensa de derechos en un momento crítico. Como concluyen sus autores, es un llamado a «conocer para transformar», impulsando la acción colectiva para construir una Mar del Plata más justa e igualitaria.
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