Organizaciones LGBT reclamaron en Plaza Colombia que se reconozca el ataque como crimen de odio.
A un año del triple lesbicidio en Barracas, donde Pamela Cobbas, Mercedes Figueroa y Andrea Amarante fueron asesinadas con una bomba molotov, cientos marcharon este martes desde Plaza Colombia al Hotel Canarias, lugar del crimen. Convocada por Lesbianes Autoconvocadas y Columna Mostri, la movilización comenzó con una batucada y cerró con un recital, exigiendo justicia por el ataque del 6 de mayo de 2024.

El autor, Justo Fernando Barrientos, atacó a las víctimas y a Sofía Castro Riglos, única sobreviviente, pero la justicia y el gobierno no reconocen el crimen como odio. Marta Dillon, activista, denunció que los discursos de odio del Ejecutivo fomentan esta violencia. “Fue una crueldad desmedida”, afirmó a Tiempo Argentino.
Las manifestantes señalaron la precariedad habitacional de las víctimas y la hostilidad creciente contra las disidencias. Mercedes De Mendieta, diputada de Izquierda Socialista, calificó el hecho como un crimen de odio en un contexto de políticas de ultraderecha. “Seguimos peleando por Sofía”, dijo.

Un altar con velas marcó el homenaje en el hotel. La marcha, que incluyó performances, reafirmó la lucha por memoria y políticas de género frente a la violencia lesbodiante.
Sobre una nota de Diario Tiempo Argentino