«Ante tanto orden clerical, heterosexista y patriarcal, nos reivindicamos desorden». A pesar de la lluvia torrencial que inundó el centro salteño, la marcha convocó a miles de niñes, adolescentes y jóvenes y adultes, quienes terminaron inundando y «desordenando» la rutina salteña.
Fuente: Maira Lopez para Página 12
La ciudad de Salta vivió ayer la 19º Marcha del Orgullo LGBTIQ+, una de las movilizaciones de mayor concurrencia este año en la provincia, con demandas históricas que aún no han sido resueltas. A pesar de la lluvia torrencial en el centro salteño, la marcha se realizó, aunque se demoro un poco y comenzó cerca de las 20.
Una vez que la lluvia menguó, miles de niñes, adolescentes, jóvenes y adultes terminaron inundando y «desordenando» la rutina salteña. Tortas, travas, trans, putos, maricas, bisexuales, intersexuales y no binaries celebraron su existencia para «mostrarle a esta ciudad que estamos en todos lados y que ya no nos escondemos más».
«Ante tanto orden clerical, heterosexista y patriarcal, nosotres nos reivindicamos desorden«, sostuvieron en el documento acordado por la Comisión Organizadora, en el que aseguraron que ese desorden es para «exigir la parte del mundo que nos toca y no nos vamos a conformar con migajas».
La fecha que se elige para la marcha en Salta coincide con un nuevo aniversario el crimen de Pelusa Liendro, asesinada el 29 de noviembre de 2006. Liendro fue la impulsora de la primera Marcha del Orgullo en la ciudad capital, junto a su compañera Rosario Sansone. Ambas trabajadoras sexuales, venían denunciando la sistemática violencia institucional ejercida por la Policía de Salta, que era avalada por el Código Contravencional salteño.
Precisamente, durante la marcha, y en el mismo documento, se reiteró el pedido de derogación urgente de los artículos 114 y 115 del Código Contravencional, que criminalizan las identidades y atentan gravemente contra los derechos humanos. Les manifestantes aseguraron que la vigencia de dichos articulados «permite que la policía ataque, amedrente, persiga y violente a las trabajadoras sexuales y especialmente a la comunidad trans».
Por ello, sostuvieron que nadie merece ir presa por ir a comprar o por cómo viste. «No existe igualdad, justicia o libertad mientras existan artículos como el 114 y el 115«, porque con ellos se llevan adelante desalojos forzosos, detenciones arbitrarias, investigaciones, vigilancia, enjuiciamiento y hasta se aplican penas severas a la comunidad travesti trans.
«Diecinueve marchas han pasado y el Código Contravencional sigue ahí, hoy somos miles y estamos en las calles«, expresaron, al tiempo que manifestaron que su vigencia habilita la criminalización, el odio y la violencia por parte de la sociedad «hacia nuestras identidades y sobre todo, a las personas más vulneradas». De la misma manera, insistieron en que la existencia de esta normativa de contravenciones profundiza el impacto desigual en las mujeres trans y travestis que realizan un trabajo sexual, «dado que la mayoría vive en la pobreza y tiene menos acceso a la educación formal, oportunidades de empleo y a recursos económicos».
En las puertas de la Legislatura salteña la referenta de Mujeres Trans Argentina e integrante de la Comisión Organizadora, María Pía Ceballos, reiteró el pedido de derogación, entendiendo que son las y los legisladores quienes tienen la potestad para hacerlo.
Cupo trans
A ese reclamo también se sumó el grito de una inmediata adhesión provincial a la Ley N° 27.636, de Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgéneros «Diana Sacayán-Lohana Berkins», que establece un cupo mínimo de 1% de los cargos y puestos del Estado nacional para esta población. Su objetivo es que travestis y trans puedan acceder a un trabajo formal en condiciones de igualdad.
«Que se adhiera a la ley de Cupo Laboral Travesti Trans porque no hay políticas para la diversidad sexual», dijo Ceballos. Precisamente, la Comisión Organizadora destacó que gracias a la lucha del colectivo de la diversidad, se logró la sanción de «valiosísimas» leyes, como la de Educación sexual Integral, la ley de matrimonio igualitario, la de Identidad de Género, la de Reproducción humana asistida, asi como la sanción del Nuevo Código Civil y Comercial, y la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la ley de cupo laboral travesti-trans, y la recientemente sancionada ley de respuesta integral al VIH.
Sin embargo, «muchas de estas leyes están vacías en presupuesto y aún no se implementan correctamente, especialmente en nuestra provincia. Por eso nuestro lema de este año es: Mucha ley y no pasa ni aca», indicaron en el documento. Este mismo lema se replicó en gran número de carteles que recorrieron las calles, partiendo desde las intersecciones de Lavalle y la avenida San Martín, donde está colocado un cartel en homenaje a Pelusa Liendro.
ESI no binaria
Otra de las demandas permanentes es la Educación Sexual Integral con perspectiva de derechos humanos y no binaria. En la marcha se afirmó que esta formación es fundamental para «desnaturalizar las violencias y opresiones, para que niñas/es/os y adolescentes conozcan sus derechos y los hagan valer, para aprender a valorar y disfrutar del propio cuerpo, para aprender a respetar a todas las identidades y conformaciones familiares».
Se denunció que en Salta, la ESI se dicta de manera escasa y parcializada, con una perspectiva biologicista y binaria, y que muchas veces, solo es contrarrestada por docentes comprometides. Por lo que se pidió por una ESI que sea realmente integral e inclusiva, que tenga en cuenta la interculturalidad, las discapacidades y las identidades.
La docente y actual directora del programa UNSa Inclusiva, Ale Garzón, advirtió que es necesario que se revise la actual legislación, ya que espera que «no haya más niñeces vulneradas» sino que la «visión travesti trans sea la visión crítica con la que miremos esta sociedad», para lograr infancias más felices y con más docentes de la diversidad en las aulas.
«Las escuelas han sido históricamente denegadas para las personas travestis, trans y no binaries, y hoy estamos ocupando un lugar histórico», expresó. Consideró que se está en un punto de inflexión, teniendo en cuenta que «nuestras niñeces, mujeres y hombres trans, ocupan esas instituciones educativas que fueron históricamente negadas para nosotras».
Quien también pidió por una ESI no binaria fue Tiziana, la primera niña trans visible de Salta. Con mucha emoción, dijo que quiere una nueva ley de educación sexual integral para «no sentirme excluida» y que se pueda habitar una escuela «donde se tenga el derecho a decir, a hablar, porque los chicos necesitan hablar».
Salud integral
La Comisión Organizadora también pidió que la provincia de Salta se adhiera inmediatamente a la nueva ley de respuesta Integral al VIH, hepatitis virales, otras its y tuberculosis. «Hace 40 años tuvimos que vivir a escondidas y con vergüenza, sufrir maltratos y discriminación, abandonades por las instituciones que se limitan a hacer prevención y toma de conciencia», manifestaron.
De igual manera, subrayaron que las identidades lésbicas son invisibilizadas y violentadas por el Estado, ya que sufren «múltiples violencias institucionales cuando queremos acceder al sistema de salud, a la vivienda y al trabajo». En ese sentido, demandaron protocolos de salud respetuosos de las identidades.
Además, indicaron que quieren un «acceso igualitario a la salud sexual y al goce», manifestando el pedido de un preservativo para vulvas que contemple todas las prácticas sexuales. «Basta de violencia simbólica contra nuestras identidades, en los medios de comunicación y en los ambientes laborales», exigieron.
En el mismo discurso «muchas veces, las personas de la comunidad LGBTIQ+ somos expulsadas de nuestros hogares», lo que deja en evidencia la «discriminación y el homo-lesbo-trans-odio» que «nos imposibilitan el acceso a un trabajo, a la vivienda digna y al sistema de salud. Exigimos el cumplimiento de estos derechos fundamentales», dijeron.
A ello agregaron que esta situación se «agrava en el caso de las personas trans/travestis que históricamente han tenido como única opción el trabajo sexual, siendo expuestas a la clandestinidad, al frío, a la violencia, a las infecciones de transmisión sexual y a operaciones caseras que provocan un deterioro de la salud». En ese sentido, la Comisión pidió la reparación histórica para las compañeras trans travestis, y una vejez digna para toda la comunidad LGBTIQ+.