viruela simica

Preocupante: Mpox, viruela símica, tiene su variante más contagiosa y letal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró de nuevo la emergencia sanitaria internacional por la mpox (conocida como viruela del mono o viruela símica). La alarma se debe a la explosión de casos en África, especialmente en la República Democrática del Congo (RDC), debido a la extensión de una nueva cepa «más grave» que la anterior.

En África se han registrado unas 500 muertes, pese a que la letalidad de la enfermedad se considera baja. El jueves 15 de agosto se detectó en Suecia el primer caso de la nueva variante fuera de África, y este viernes se ha detectado otro en Pakistán.

Estas son algunas de las claves de la enfermedad.

¿Cuál es su origen?

La viruela del mono, viruela símica, monkey pox o mpox, es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse entre animales y seres humanos. El virus pertenece al género orthopoxvirus, al igual que el de la viruela. A pesar de su nombre, los monos no son su reservorio principal, aunque se identificó por primera vez en 1958 en una población de primates. Se desconoce cuál es su origen, pero se cree que se transmite a través de pequeños roedores y ardillas de las selvas tropicales.

En África central y occidental la enfermedad es endémica y se producen miles de casos todos los años. Fuera del continente africano se han documentado casos en Estados Unidos, Europa, Israel y Singapur, entre otros.

Se han caracterizado dos linajes filogenéticos distintos del virus: el de África central, más grave y con más complicaciones; y el de África Occidental, que es menos patogénico.

En 2022, la OMS declaró la primera emergencia por la mpox, cuando varios casos aparecieron fuera de las zonas endémicas.

¿Cómo se transmite?

El virus de la viruela del mono no se propaga fácilmente entre las personas y el riesgo para la población es bajo. Se puede transmitir por vía respiratoria, pero por las características de la mayor parte de los casos todo apunta a un contacto con fluidos. Su transmisión tiene lugar a través de un contacto con heridas, fluidos corporales, gotículas y material contaminado, como ropa de cama, y su periodo de incubación suele ser de seis a trece días, aunque puede ir hasta los 21 días.

La mayor parte de sus casos se dan en hombres que han mantenido relaciones homosexuales, por lo que recomiendan a estas personas que estén atentas ante cualquier erupción o lesión inusual en cualquier parte del cuerpo, especialmente en los genitales. En todo caso, no se trata de una enfermedad de transmisión sexual, ni tampoco que afecte exclusivamente a un determinado colectivo.

Aunque el aislamiento domiciliario no es necesario (solo lo es cuando hay un elevado número de lesiones) los casos deberán, según recuerda el Ministerio de Sanidad, minimizar las interacciones con otras personas y evitar el contacto físico y las relaciones sexuales hasta que las lesiones hayan cicatrizado por completo, se hayan caído las costras y se haya formado una nueva capa de piel.

La OMS recomienda de manera especial el uso de preservativo en las relaciones sexuales durante las primeras 12 semanas tras finalizar el aislamiento.

También es aconsejable usar mascarilla, especialmente en los pacientes que presenten síntomas respiratorios, y que la persona enferma use utensilios para el hogar propios.

¿Es una enfermedad frecuente?


La viruela del mono es muy poco frecuente, pese al aumento de casos en África. Una de las principales explicaciones de su propagación es que se dejó de vacunar contra la viruela tradicional debido a la erradicación del virus, y esta vacuna ofrecía una protección cruzada contra la viruela símica muy alta.

Además, la deforestación y una mayor movilidad de las personas también han provocado que haya aumentado el contacto entre seres humanos y los animales que portan el virus.

¿Cuáles son sus síntomas?


La viruela del simio causa síntomas muy parecidos a los de la viruela, incluso más leves, aunque también puede ocasionar el fallecimiento del paciente. La enfermedad comienza con dolor de cabeza, fiebre, escalofríos, dolores musculares, fatiga extrema y, a diferencia de la viruela, ganglios linfáticos inflamados. Entre uno y tres días después la aparición de la fiebre se produce una erupción, que suele comenzar en la cara y después se extiende a otras partes del cuerpo, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies.

Como ocurre en la viruela, la erupción comienza en forma de manchas rojas, que terminan convirtiéndose en pústulas. Al cabo de varios días, esas pústulas forman costra, que termina cayéndose. La viruela del mono suele durar de dos a cuatro semanas.

Amos García, miembro del Comité Permanente para Europa de la OMS, ha explicado que la viruela del mono es una enfermedad con letalidad «baja», pero que aún se desconoce si la nueva cepa es más mortal.

«Hay todavía un perfil de incógnita sobre las características epidemiológicas de esta nueva cepa», ha explicado en una entrevista en el Canal 24 Horas. «En cualquier caso, conviene recordar que la letalidad que tenía la viruela del mono en el brote que tuvimos el 2022 2023 fue baja, no era excesiva. La mayoría de las personas evolucionaban bien a las dos semanas».

¿Qué tratamiento tiene?


El tratamiento de la viruela del mono se centra principalmente en el alivio de los síntomas, ya que no existe medicación para hacer frente a la infección. Sin embargo, la vacuna contra la viruela tradicional, que lleva décadas sin administrarse debido a la erradicación del virus, presenta unos niveles de eficacia muy altos.

La OMS explica que existen tres vacunas contra la viruela (MVA-BN, LC16 y OrthopoxVac) que han sido también aprobadas para la prevención de la viruela del mono.

Amos García ha recordado que los países desarrollados, como España, disponen de los medios de vigilancia epidemiológica, vacunación y atención sanitaria adecuados. «En nuestro país la situación es de tranquilidad y afortunadamente tenemos un sistema sanitario que permite una atención a los enfermos adecuada. No es lo que pasa en los países en vías de desarrollo», ha subrayado el epidemiólogo. «Seamos conscientes de que donde hay que solucionar el problema y donde se necesitan las vacunas es precisamente en África», contribuyendo a que las dosis lleguen donde se necesitan, ha añadido.

La Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA) de la Comisión Europea ha anunciado el envío a África de más de 215.000 dosis.

Fuente: agencias

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