Este fin de semana, las capitales de Brasil y Chile se visten de arcoíris para sus Marchas del Orgullo 2025. Desde la masiva Avenida Paulista de São Paulo, que este año honra a los pioneros del movimiento, hasta las calles de Santiago, que conmemora 25 años de marcha exigiendo reformas contra los discursos de odio, miles saldrán a las calles. Un panorama que revela tanto los importantes avances legislativos como los persistentes desafíos de discriminación y violencia que aún enfrenta la comunidad LGBTIQ+ en la región.
El mes de junio se consolida globalmente como el Mes del Orgullo, un período dedicado a la conmemoración y celebración de la identidad LGBTIQ+, así como al reconocimiento de las valiosas contribuciones de esta comunidad. En este marco, las capitales de Brasil y Chile se preparan para albergar sus respectivas Marchas del Orgullo 2025, eventos que trascienden la mera festividad para consolidarse como poderosas manifestaciones de identidad, resiliencia y la persistente demanda por el respeto a los derechos humanos. Estas marchas, que se llevarán a cabo este próximo fin de semana, ofrecen una instantánea vital del progreso y los desafíos que enfrenta el movimiento LGBTIQ+ en cada una de estas naciones sudamericanas.

La Marcha del Orgullo de São Paulo 2025 está programada para el 22 de junio, con la emblemática Avenida Paulista como su epicentro. Este evento se inscribe dentro de una serie más amplia de actividades que se desarrollarán del 17 al 22 de junio. Por su parte, la Marcha del Orgullo de Santiago 2025 tendrá lugar el 21 de junio, culminando con una celebración post-marcha en el Teatro Caupolicán. Esta edición marca el 25º aniversario de la marcha en la capital chilena.

Brasil: La paradoja de marchar entre derechos y muertes
São Paulo se prepara para albergar, este 22 de junio, la que es considerada la Marcha del Orgullo más grande del planeta. Bajo el lema «Envelhecer LGBT+: Memória, resistência e futuro» (Envejecer LGBT+: Memoria, resistencia y futuro), la edición de 2025 no solo busca celebrar la diversidad, sino también honrar a los pioneros del movimiento y visibilizar las necesidades de los adultos mayores de la comunidad. La marcha también promoverá la visibilidad trans con una carroza dedicada a «Vidas Trans Importam» y enfatizará que la «LGBTfobia es un Crimen».
La historia legal de Brasil en relación con la homosexualidad es peculiar. Su primer Código Penal, promulgado en 1831, se distinguió por no incluir ninguna disposición sobre la sodomía, lo que, en la práctica, despenalizó los actos sexuales consensuales entre personas del mismo sexo en una etapa sorprendentemente temprana. El matrimonio igualitario fue legalizado en todo el territorio nacional a partir del 16 de mayo de 2013, gracias a una decisión del Consejo Nacional de Justicia que ordenó a todas las notarías del país autorizar y celebrar estas uniones. Este hito se construyó sobre una decisión unánime del Supremo Tribunal Federal en mayo de 2011. Además, la homofobia fue criminalizada en 2019.
Sin embargo, esta masiva fiesta de la identidad convive con una realidad desoladora. A pesar de los importantes avances legales, Brasil sigue siendo, trágicamente, el país con el mayor número de muertes violentas de personas LGBTI+ en el mundo. El Observatorio Nacional de Derechos Humanos incluye los suicidios en estas estadísticas, reconociendo la LGBTfobia como un grave factor de riesgo social para la salud mental. Esta paradoja revela una brecha crítica entre los derechos de jure (legales) y las realidades de facto (vividas). La violencia a menudo se origina en el deseo de «castigar» identidades que se desvían de las normas de género tradicionales.
Además, existe una fuerte resistencia conservadora en el Congreso, que actualmente amenaza con revertir la ley de matrimonio igualitario y busca prohibir la participación de niños, niñas y adolescentes en las Marchas del Orgullo en estados como Amazonas, Goiás y Betim. La marcha, por tanto, es un grito por la vida y un recordatorio de que los derechos en papel no siempre se traducen en seguridad en las calles.
Chile: Consolidar lo ganado y blindarse contra el odio
En Santiago, la marcha del 21 de junio conmemorará 25 años de movilización. El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) es uno de los principales organizadores , y estimó una concurrencia de 150.000 personas en la Marcha del Orgullo de 2024 .

El movimiento chileno ha logrado un impresionante camino de avances legislativos. La Ley que Establece Medidas contra la Discriminación (Ley Zamudio), aprobada en 2012, sanciona la discriminación arbitraria e incluye explícitamente la orientación sexual y la identidad de género . Chile también ha establecido el Acuerdo de Unión Civil (AUC) y promulgó la Ley de Matrimonio Igualitario el 9 de diciembre de 2021. Un logro trascendental fue la Ley N° 21.120, que reconoce y da protección al derecho a la identidad de género, publicada en 2019, permitiendo la rectificación de nombre y sexo registral sin intervención médica o judicial .
Pero el movimiento chileno sabe que las leyes no bastan. La consigna de este año, «contra los discursos de odio y por la reforma a la Ley Zamudio» , apunta directamente a la persistencia de la discriminación. Una encuesta reciente indica que el 80.9% de las personas LGBTIQ+ en Chile ha sufrido discriminación en algún momento de su vida, y el 57.7% en el último año. Un dato preocupante de 2013 indicaba que una vasta mayoría (92%) de las personas LGBTI que habían sufrido discriminación no la habían denunciado, lo que sugiere una falta de confianza en los mecanismos de denuncia o una percepción de futilidad. Los crímenes de odio contra personas LGBTIQ+ siguen siendo un problema grave, con un aumento estimado del 79.6% entre 2015 y 2019 , y al menos 35 asesinatos registrados desde la promulgación de la Ley 20.609 en 2012.
La oposición política y el legado de la homofobia estatal bajo la dictadura de Pinochet siguen proyectando una sombra, con un 45% de las personas LGBTIQ+ que creen que existió una política estatal específica para vulnerar sus derechos. La marcha en Chile es una demostración de madurez política: ya no solo se piden nuevas leyes, se exige que las existentes funcionen y protejan de manera efectiva.
Un continente en movimiento hacia la plena igualdad
Las Marchas del Orgullo de 2025 en São Paulo y Santiago son mucho más que eventos festivos; son poderosas declaraciones políticas y sociales que reflejan el estado actual de la lucha por los derechos LGBTIQ+ en Sudamérica. A través de sus diversas trayectorias, Brasil y Chile ilustran un continente en movimiento, donde los avances coexisten con desafíos persistentes.
Una característica común es la centralidad de la visibilidad y la autoafirmación como motores del cambio. Desde las primeras manifestaciones clandestinas hasta las multitudinarias marchas actuales, la presencia pública de la comunidad LGBTIQ+ ha sido fundamental para romper el silencio y desafiar las normas conservadoras. La Marcha de São Paulo, reconocida como la más grande del mundo, ejemplifica el poder de la visibilidad masiva para influir en la percepción social y la agenda política.

Sin embargo, el progreso no es uniforme. Brasil, a pesar de haber despenalizado tempranamente los actos sexuales consensuales y legalizado el matrimonio igualitario por vía judicial, enfrenta la paradoja de ser el país con mayor número de muertes violentas de personas LGBTI+ a nivel global. Esto subraya que los logros legales, aunque cruciales, no garantizan por sí solos la seguridad ni la erradicación de la LGBTfobia arraigada. La constante amenaza de retrocesos legislativos, como los intentos de prohibir el matrimonio igualitario o la participación de menores en las marchas, demuestra la necesidad de una vigilancia continua y una defensa proactiva contra las fuerzas conservadoras que buscan erosionar los derechos.

Chile, por su parte, ha consolidado un marco legal progresivo con la Ley Zamudio, la Unión Civil y el Matrimonio Igualitario, a menudo catalizado por la presión de organismos internacionales como la CIDH. Su movimiento ha evolucionado de la base a la representación política directa, lo que demuestra una estrategia integral para el cambio. No obstante, las altas tasas de discriminación y crímenes de odio, junto con la subnotificación, revelan que la aceptación social no siempre se traduce en una experiencia de vida segura y equitativa. La Marcha de Santiago, al enfocarse en los discursos de odio y la reforma de la Ley Zamudio, busca cerrar esta brecha entre la ley y la realidad vivida.
En conjunto, estas marchas son un recordatorio de que la lucha por la plena igualdad LGBTIQ+ en Sudamérica es un proceso complejo y multifacético. Implica no solo la promulgación de leyes, sino también su aplicación efectiva, la lucha contra la impunidad, la transformación de actitudes sociales y la garantía de espacios seguros para la expresión y la vida de todas las personas. Para argay.ar, como medio LGBTIQ+, la cobertura de estos eventos y la profundización en sus contextos es esencial para informar, empoderar y seguir impulsando el camino hacia una sociedad más justa e inclusiva.
Orgullo en Sudamérica 2025
Este fin de semana, las capitales de Brasil y Chile se visten de arcoíris para sus Marchas del Orgullo 2025. Desde la masiva Avenida Paulista de São Paulo, que este año honra a los pioneros del movimiento, hasta las calles de Santiago, que conmemora 25 años de marcha exigiendo reformas contra los discursos de odio, miles saldrán a las calles. Un panorama que revela tanto los importantes avances legislativos como los persistentes desafíos de discriminación y violencia que aún enfrenta la comunidad LGBTIQ+ en la región.
São Paulo y Santiago: Un Vistazo Comparativo
São Paulo 🇧🇷
~3M
Asistencia estimada en años anteriores
Lema: «Envelhecer LGBT+: Memória, resistência e futuro»
Santiago 🇨🇱
~150k
Asistencia estimada en 2024
Lema: «Contra los discursos de odio y por la reforma a la Ley Zamudio»
Brasil: La Paradoja de la Lucha
A pesar de ser sede de la marcha más grande del mundo y tener un marco legal avanzado logrado por vía judicial, Brasil enfrenta la alarmante realidad de ser el país más letal para la comunidad LGBTIQ+.
Hitos legales clave para la comunidad LGBTIQ+ en Brasil.
Brasil: La Sombra de la Violencia
La contradicción brasileña: derechos en el papel y violencia en las calles. Es el país con más muertes violentas de personas LGBTIQ+ a nivel global, una estadística que incluye suicidios motivados por la LGBTfobia.
NÚMERO 1
MUNDIAL
En crímenes de odio y muertes violentas contra personas LGBTIQ+
Chile: Batallas Ganadas, Guerra Continúa
Chile ha consolidado un robusto marco legal, pero la comunidad sigue enfrentando altos niveles de discriminación en su vida diaria, demostrando la brecha entre la ley y la realidad.
Porcentaje de personas LGBTIQ+ que han sufrido discriminación.
Chile: El Silencio que Alarma
La desconfianza en el sistema de justicia es un obstáculo mayor. La gran mayoría de los actos de discriminación no son denunciados, lo que perpetúa la impunidad y oculta la verdadera magnitud del problema.
Datos basados en encuesta de 2013.