Los fiscales ugandeses han acusado a un hombre de “homosexualidad agravada”, un delito potencialmente capital según la nueva controvertida legislación antigay.
Cabe recordar que desde marzo pasado, el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, promulgó una nueva y polémica ley contra la homosexualidad en el país, una de las más duras del mundo contra el colectivo LGBTQ.
Sin bien los actos homosexuales ya eran ilegales en Uganda, ahora cualquier condenado puede enfrentarse a cadena perpetua, en casos graves, la pena capital.
El caso del joven de 20 años
Según agencias internacionales, el sospechoso “fue acusado en Soroti, al este de Uganda y se encuentra en prisión preventiva. Aparecerá ante el tribunal para mencionar el caso”, dijo Jacquelyn Okui, portavoz de la dirección de procesamiento público de Uganda.
El sospechoso de 20 años fue acusado el 18 de agosto y está acusado de “relaciones sexuales ilegales con un varón adulto de 41 años”.
“Declaración de delito: homosexualidad agravada contraria a… la Ley Antihomosexualidad de 2023”, se lee en el pliego de cargos.
La ley del odio
Sería la primera vez que un ugandés es acusado de “homosexualidad agravada” en virtud de la nueva ley, la cual, desde su promulgación fue condenada por las Naciones Unidas, gobiernos extranjeros, incluido Estados Unidos, y grupos de derechos humanos globales.
Incluso, este mes, el Banco Mundial anunció que suspendería nuevos préstamos a la nación de África Oriental, diciendo que la ley “contradice fundamentalmente” los valores propugnados por el prestamista con sede en Estados Unidos.
En mayo, el presidente Biden pidió la derogación inmediata de las medidas que calificó de “una trágica violación de los derechos humanos universales” y amenazó con recortar la ayuda y la inversión en Uganda.
Pero el gobierno se ha mantenido desafiante y la legislación cuenta con un amplio apoyo en el país conservador, predominantemente cristiano, donde los legisladores han defendido las medidas como un baluarte necesario contra la percibida inmoralidad occidental.
Museveni ha acusado al Banco Mundial de utilizar dinero para tratar de “coaccionar” al gobierno para que abandone la controvertida legislación.
Los actos homosexuales son ilegales en más de otras 30 naciones africanas y los activistas LGBTQ temen que la nueva ley en Uganda anime a países vecinos como Kenia a considerar una legislación más estricta.
Fuente: laopinion.com