El ataque sistemático a la diversidad sexual y de género no es un mero conflicto social, sino una ofensiva política que desmantela el “mundo común” y capitaliza la soledad de las masas, tal como lo describió Hannah Arendt hace más de medio siglo.
La reciente ola de derechas radicales gobernantes ha encontrado en la lucha contra la “ideología de género” su principal motor de cohesión. Para comprender la profundidad de esta ofensiva, es vital recurrir a las claves de Hannah Arendt en Los Orígenes del Totalitarismo. La filósofa advirtió que los fenómenos políticos destructivos nacen de la atomización social y la consecuente destrucción de la esfera pública, o pluralidad, que es la esencia misma de la acción libre.

Arendt definió la política como la acción (actio) que se da entre hombres que son diferentes. Cuando los movimientos ultraconservadores construyen la diversidad sexual y de género como una otredad que debe ser “combatida,” están atacando directamente esta condición ontológica de la política. La eliminación discursiva de la diferencia es, en esencia, la destrucción del “mundo común” en el que se ejerce la libertad.
Este ataque se basa en dos pilares arendtianos. Primero, la soledad de las masas, exacerbada por el entorno digital de la posverdad que encierra a los individuos en cámaras de eco ideológicas, haciéndolos vulnerables a la mentira política. Segundo, el uso de la ideología como un sistema totalizante de coherencia. La narrativa de la “Ideología de Género” cumple esta función: ofrece una explicación simple, monolítica y conspirativa a fenómenos sociales complejos.

El tercer pilar es la figura del chivo expiatorio. Así como el totalitarismo clásico construyó al “enemigo racial” o de clase, la nueva derecha instrumentaliza a las comunidades LGBTIQ+ y al feminismo como la amenaza cultural que supuestamente busca destruir la “familia natural” y la “identidad nacional.” Esta táctica logra cohesionar a las masas despolitizadas y redirige el descontento social.
Esta retórica se traduce en acciones de Estado que rayan en el terror discursivo o blando. Un caso paradigmático es la legislación aprobada en Hungría en 2021, que vinculó deliberadamente la pedofilia con el colectivo LGBTIQ+, una táctica que la academia califica como una “Gran Mentira” diseñada para justificar la discriminación. En la misma línea, acciones como la prohibición del lenguaje inclusivo en administraciones públicas (ej. Argentina) buscan negar la existencia pública de la otredad.
El rechazo al Lenguaje Inclusivo de Género (LIG) es una manifestación directa de esta glotopolítica de negación. Al prohibir el nombramiento de identidades no binarias y trans, se busca invisibilizar su existencia en la esfera política y social, logrando la purga de la diferencia sin necesidad de coerción física extrema.
Frente a la fragilidad de la política ante la amenaza populista, la defensa de la pluralidad no puede ser pasiva. Arendt nos recuerda que la inercia social es el factor que facilita el avance extremista. La defensa de los derechos exige la reconstrucción de la acción política activa (vita activa), denunciando la desinformación y validando la diversidad para evitar que la negación discursiva se convierta en la aniquilación completa de la identidad.
Arendt en el Espejo Actual
Género, Poder y las Nuevas Derechas Gobernantes
La obra de Hannah Arendt, «Los Orígenes del Totalitarismo», advertía sobre cómo las sociedades pueden desintegrarse bajo el peso de ideologías que aíslan a los individuos y fabrican enemigos. Hoy, sus conceptos resuenan en las tácticas de las nuevas derechas, que han encontrado en el género y la diversidad sexual un campo de batalla central para su proyecto político.
Los Pilares Teóricos de Arendt
Atomización y Masas
Arendt postuló que el totalitarismo prospera en la soledad de masas atomizadas. Las nuevas derechas explotan este aislamiento mediante algoritmos y redes sociales, creando cámaras de eco que sustituyen el debate público por la reafirmación tribal.
El Enemigo Objetivo
Todo movimiento totalitario necesita un chivo expiatorio. Si antes fue el «enemigo de clase», hoy las nuevas derechas construyen la figura de la comunidad LGTBIQ+ como una amenaza a la «familia natural».
La Ideología como Ficción
La ideología ofrece una lógica interna inmune a la realidad. El concepto de «ideología de género» funciona así: una narrativa coherente en sí misma que explica supuestas amenazas y moviliza emociones, independientemente de los hechos.
La Fabricación del «Enemigo de Género»
Focos de Ataque bajo el paraguas de la «Ideología de Género»
Este término aglutina y demoniza diversas áreas de avance social. La mayor parte de los ataques se concentra en los derechos LGTBIQ+ y la educación, presentándolos como una conspiración cultural.
El Auge del Término en el Discurso Político
El uso del concepto «ideología de género» ha crecido exponencialmente en la última década, coincidiendo con el ascenso de partidos de derecha radical, demostrando ser una herramienta de movilización electoral muy eficaz.
De la Desinformación a la Ley
El Proceso de Instrumentalización
1. Desinformación Digital
Creación y viralización de pánicos morales y noticias falsas sobre género y diversidad.
2. Polarización Social
Se genera una profunda división, presentando el debate como una «guerra cultural» por el alma de la nación.
3. Legislación Restrictiva
La presión social y política se traduce en leyes que revierten derechos y libertades de las minorías sexuales y de género.
Impacto Legislativo Global (Ejemplos Notables)
El discurso se ha materializado en proyectos de ley que limitan la educación sexual, prohíben el lenguaje inclusivo o restringen los derechos de las personas trans en múltiples países.
¿Es Totalitarismo? Matices del Fenómeno Actual
Si bien el marco de Arendt es iluminador, los analistas señalan diferencias clave. El totalitarismo clásico buscaba la destrucción total de la esfera pública y privada. El populismo iliberal actual, en cambio, busca principalmente la **subversión de las instituciones democráticas** desde adentro para perpetuarse en el poder, sin necesidad de un control absoluto sobre la vida de los individuos.
Totalitarismo Clásico
- Control total del Estado
- Terror como instrumento
- Destrucción de la realidad
- Movilización de masas permanente
Populismo Iliberal Actual
- Erosión de la democracia
- Polarización y desinformación
- Control de la narrativa
- Desmantelamiento de contrapesos