El sábado 26 de agosto en la noche se produjo un ataque y se arruinó una obra de arte con el fin de ofender y amedrentar a una porción de la sociedad argentina. El hecho instaló preocupación en referentes de la sociedad civil provincial. En la nota, las imágenes, las frases repudiables y los videos.
El 28 de junio, día internacional del orgullo, en Guaymallén se presentó un mural temático diseñado por Carla Bragagnolo en la calle 25 de mayo del distrito Dorrego. El mismo es una gran obra que representa una cinta multicolor que, a través de su movimiento y expansión, manifiesta la libertad de ser, la lucha por el respeto y la visibilización del colectivo LGBTIQ+.
La pintura de importantes dimensiones se realizó en una de las paredes de la zona en donde se ubica Queen Disco, mítico boliche gay friendly, el más importante de la zona de Cuyo y uno de los más reconocidos de la movida en el país.
«La verdad es que cuando la Municipalidad de Guaymallén nos pintó este mural lleno de color y vibrante energía positiva en la pared de la playa de estacionamiento de Queen; nos sentimos muy felices. Además de belleza, era un manifiesto de aceptación, de civilidad, de convivencia«, recordaba Turca Nicoletti, la responsable de Queen Disco.
Sin embargo, antes de que se cumplan tres meses de su existencia, ese mural fue vandalizado, arruinado, y ese daño además fue escribiendo una frase que preocupa y merece el más grande de los repudios. «Con estupor me encontré hoy con esta pintada. Siendo las 21:45 de la noche del sábado 26 de agosto, llego y me encuentro con este escrito violento y atemorizante», afirma la empresaria y actriz.
“Junio ya paso, agosto va a pasar, ya va siendo hora de que vuelvan al placard”, es lo que dice la repudiable pintada, que además de violentar a una porción de los ciudadanos que la leen, arruina una expresión artística.
«Estoy muy triste. Es muy fuerte que te amenacen con el retroceso… que te digan ‘vas a volver al clóset’. Este daño que nos hacen a la comunidad LGBTIQ+ de Mendoza no debe pasar desapercibido», concluye Nicoletti.
No es exagerado alarmarse frente a la aparición de estas manifestaciones. Si no nos preocupamos y ocupamos de frenarlas, solo nos convertimos en espectadores de una futura escalada de violencia.