pride budapest

Hungría: El Orgullo LGBTIQ+ Desafía a Orbán en la Clandestinidad

Este 28 de junio, mientras gran parte del mundo celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ con marchas festivas y masivas, en Hungría la realidad será drásticamente diferente. La comunidad LGBTIQ+ húngara, junto a decenas de representantes europeos, se prepara para una Marcha del Orgullo clandestina, un acto de desafío y resistencia frente al gobierno de Viktor Orbán y su política cada vez más represiva.

La decisión de realizar el Pride Budapest de manera no oficial responde a la reciente aprobación de una ley que prohíbe las «reuniones que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad». Esta normativa, que entró en vigor en marzo de 2025 y prevé multas para organizadores y participantes, ha sido ampliamente criticada como un ataque directo a la libertad de expresión y reunión.

Una historia de avances y retrocesos

La historia del movimiento LGBTIQ+ en Hungría es un claro ejemplo de la resiliencia ante la adversidad. Si bien en 1962 se logró la igualdad en la edad de consentimiento, y en 2009 se reconocieron las uniones civiles para parejas del mismo sexo, los últimos años han visto un marcado retroceso.

Momentos como la primera Marcha del Orgullo de Budapest en 1997 o la fundación de organizaciones clave como la Sociedad Háttér (1995) y la Asociación de Lesbianas Labrisz (1999), fueron hitos que visibilizaron y empoderaron a la comunidad. Sin embargo, la llegada al poder de Viktor Orbán y su partido Fidesz ha revertido gran parte de estos avances.

La «Ley de Propaganda Anti-LGBT» y la criminalización

El punto de inflexión ha sido la llamada «Ley de propaganda anti-LGBT» de 2021. Inspirada en la legislación rusa, esta norma prohíbe la «promoción o exhibición del cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad» a menores de 18 años. En la práctica, ha llevado a la censura de contenidos LGBTIQ+ en medios, librerías y escuelas, creando un ambiente de temor y estigmatización.

Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han denunciado que esta ley empuja a la comunidad LGBTIQ+ a la clandestinidad, mientras que el gobierno la defiende bajo el argumento de la «protección de los menores» y los «valores familiares tradicionales». Esta retórica, según activistas, solo fomenta el odio y la discriminación en la sociedad húngara.

El desafío europeo y la esperanza de resistencia

La Unión Europea ha condenado enérgicamente estas políticas, iniciando procesos legales contra Hungría por violar sus valores fundamentales. De hecho, es el caso de derechos humanos más grande en la historia de la UE, con 16 estados miembros sumándose a la demanda. La suspensión de fondos de cohesión a Hungría es una muestra de la presión internacional que busca detener esta ola de represión.

La Marcha del Orgullo de este 28 de junio, aunque clandestina, es un grito de resistencia. La presencia de representantes europeos subraya la importancia internacional de esta lucha. Demuestra que, a pesar de los intentos de silenciarla, la comunidad LGBTIQ+ húngara no está sola y continúa defendiendo sus derechos y su visibilidad.

Este Pride Budapest clandestino no es solo una marcha, es un símbolo de la incansable batalla por la igualdad y la libertad en un país donde la diversidad es, para el poder, una amenaza.

Loading

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio